La mentalidad Sigma representa un enfoque vital basado en la independencia, la autoconfianza y la profunda introspección. Quienes la poseen tienden a evitar las estructuras de poder convencionales, buscando no liderar ni seguir, sino trazar su propio camino. Este arquetipo describe a alguien reservado, enigmático y que no depende de la aprobación social. A diferencia de los "alfas" que lideran o los "betas" que siguen, el sigma es autónomo y actúa según sus propios valores y objetivos personales. Este enfoque les permite vivir con autenticidad, centrados en su propio crecimiento y desarrollo.
Para un Sigma, la libertad y el crecimiento personal son los pilares de su identidad. Prefieren la autosuficiencia y eligen relaciones y ocupaciones que respeten su deseo de independencia y autenticidad. Aunque no siempre sean visibles, los sigmas tienen una fuerte presencia gracias a su confianza en sí mismos y su capacidad de adaptación sin comprometer sus principios. Ser Sigma significa elegir un camino único, guiado no por la aprobación de los demás, sino por una conexión genuina con uno mismo y sus ideales.